El Día Internacional de los Trabajadores, el Primero de Mayo, es la fiesta reivindicativa del movimiento obrero mundial. Esta fiesta de conmemoración de la lucha obrera, tiene mucha tradición en nuestra comarca
Esta jornada de lucha por los derechos de los trabajadores fue establecida en el congreso obrero socialista celebrado en París en 1889. Se decidió que, en homenaje a los Mártires de Chicago, el 1 de mayo seria el día de protesta por excelencia del movimiento obrero.
La Revuelta de Haymarket fue un hecho histórico que tuvo lugar en Chicago el 4 de mayo de 1886 . Desde el 1 de mayo de aquel año, 200.000 obreros se habían puesto en huelga, para reivindicar la jornada laboral de ocho horas. En las concentraciones que se produjeron ante las fábricas, la policía llegó a disparar contra la multidud, matando a 6 personas y hiriendo a decenas.
Durante una manifestación pacífica de protesta que reunió a 20.000 personas en la plaza Haymarket, 3 días después de los hechos, una persona desconocida lanzó una bomba a la policía que intentaba disolver el acto de forma violenta. La policía abrió fuego indiscriminadamente, matando y hiriendo a un número desconocido de personas. Se declaró el estado de asedio y el toque de queda, y se detuvo a centenares de trabajadores que fueron maltratados y acusados del atentado.
La crítica situación desembocó en un juicio, que años después se catalogó de ilegítimo, hacia ocho trabajadores anarquistas. Cinco de ellos fueron condenados a muerte y tres fueron encarcelados. Serían los denominados Mártires de Chicago por sus compañeros de lucha.
En aquel momento, la gran reivindicación de la clase trabajadora era la jornada de 8 horas. La huelga era el instrumento que se decidió emplear cada 1 de mayo para forzar a la patronal a aceptarla. La campaña tuvo mucho éxito y, poco a poco, fue tomando importancia y se consolidó como jornada de lucha de todo el movimiento obrero mundial.
- Foto: Centre d’Estudis Comarcal del Baix Llobregat
Con respecto al Baix Llobregat, la etapa de crecimiento de los años sesenta, transformó profundamente nuestra comarca, económica y socialmente. La rápida industrialización acabó reactivando el movimiento obrero, que hasta entonces había tenido una influencia muy limitada en el Baix Llobregat. La precariedad laboral y la inflación espolearon la consolidación de una conciencia obrera que pronto se materializó en los primeros núcleos obreros organizados.
Durante las elecciones sindicales de la década de los sesenta, se presentaron candidaturas en las principales empresas, que ganaron las de los sindicatos franquistas. Con estos éxitos llegaba la etapa de consolidación y maduración del movimiento obrero en la comarca, alineándose claramente con la defensa de la libertad que muchos sectores de la sociedad reclamaban.
Desde entonces, la lucha antifranquista y el movimiento obrero en el Baix Llobregat no se pueden explicar la una sin el otro.
El movimiento sindical del Baix Llobregat se convirtió en un referente para el movimiento obrero de toda España, precisamente debido a la conjunción entre la lucha por mejorar las condiciones laborales con la lucha por las libertades democráticas y por la mejora de las condiciones de vida en general.