El rugby es un deporte que, desde fuera, puede parecer agresivo y brusco. Pero los que lo practican y lo viven de cerca tienen la certeza de que “los valores que más destacan son la nobleza y el compañerismo”, como dice el capitán del Rugby Club Martorell, Marc Amat. Y es que en este deporte “se respeta mucho a los compañeros, al rival, al árbitro y al público”, añade Amat.
Sí que es cierto que el rugby, físicamente, es muy duro. Se reciben golpes fuertes y hay mucho contacto cuerpo a cuerpo. Pero todo esto queda en el campo una vez el árbitro pita el final. Después del partido, que consta de dos partes, se celebra siempre el ‘Tercer tiempo’, “que consiste en compartir unos momentos tanto con el equipo contrario como com el tuyo”, explica Eva Muñoz, capitana del equipo femenino del Rugby Club Martorell, que se creó hace un año. “De hecho, el ‘Tercer tiempo’ forma parte del partido, es la tercera parte del partido”, explica Amat.
El ‘Tercer tiempo’ es un ritual después de todos los partidos de rugby, en que el equipo local invita al visitante y a todo el mundo que asiste al campo a compartir comida y bebida
“En el ‘Tercer tiempo’ compartes con los compañeros que han venido a jugar a tu casa cervezas, patatas, charlas…”, explica Marc Amat. Este ritual, que solo se celebra en este deporte, hace que se cree un ambiente familiar y de compañerismo muy agradable entre los locales, el equipo visitante y el público, que también es partícipe. “I esto se hace en todos los niveles: en Tercera Catalana, en División de Honor, en las ligas europeas, en los mundiales…”, añade Amat.
El Rugby Club Martorell celebró un ‘Tercer tiempo’ muy especial al proclamarse campeón de Liga de Tercera Catalana después de ganar al equipo de Vilanova i la Geltrú
El pasado 14 de abril, el Rugby Club Martorell celebró un ‘Tercer tiempo’ muy especial, ya que aseguró el ascenso a Segunda Catalana después de ganar al equipo de Vilanova i la Geltrú (32-27) a falta de una jornada para acabar la competición. En días históricos como este, que suponen una gran celebración, “el ‘Tercer tiempo’ se puede alargar mucho”, dice Marc Amat.
El equipo masculino, el femenino y la Escuela son las secciones que componen el Rugby Club Martorell y forman una ‘gran familia’, que está unida tanto dentro como fuera del campo
Además del equipo masculino, el Rugby Club Martorell cuenta con los niños de la Escuela, que entrenan todos los sábados, y con la sección femenina, que existe hace un año. “Somos una gran familia y todo lo hacemos juntos”, afirma Amat.
El día que se proclamaron campeones de Liga, se hizo un ‘Tercer tiempo’ conjunto, con el equipo femenino, que también jugó un amistoso con el Vilanova i la Geltrú -ganó el equipo local-. Antes, se celebró el sorteo de una panera entre jugadores, padres, madres, hijos, hermanos y aficionados.
“Es una unión dentro y fuera del campo”, explica Amat i añade que “todo el mundo que venga a ayudar, a entrenar, a los partidos… forma parte de esta familia, que cada vez se está haciendo más grande”.